Y cuando al cerrar el agua el silencio termine de llenar mi bañera, entonces sonará el timbre de mi parada esperada:
Me bajo en la calma.
Sé que mi mente quedará en blanco unos instantes, y que ese trocito que le robaré al tiempo para mi será lo que me haga respirar serena hasta la parada en el próximo tren. Sonreiré, llena de paz, llena de recuerdos, cargada de energía... y así podré de nuevo ponerme a trabajar, habiéndo dejados ahogadas pieles muertas, paranoias y malas ganas; habiéndome deshecho de la tormenta que aturdía mi cabeza;
habiéndo disfrutado del placer en el mundo que guardo en mi bañera.
suena a un buen plan de relax. un beso
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