10 de marzo de 2012



me gusta dormir con la persiana levantada, que amanezca y entre luz;
me gusta despertarme, abrir los ojos y cubrir con alguna parte del cuerpo hasta el límite donde empieza la persiana, ir regulando la luz, desperezarme hasta no poder más;
también me gusta imaginar tu silueta, haciendo formas a contraluz, 
recorrer el contorno que va borrándose porque te acercas...


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